Hace exactamente dos meses comencé a dar una batalla que si bien, me tuvo por las cuerdas un rato, resultó bastante “educativa”…
Por un lado, aprendí que no solo la gente que se inyecta grasa a la vena, sufre de colesterol alto, existimos aquellos que lo producimos aunque huyamos de asados, mayonesa, papas fritas y demases… Como ya conté, me puse las pilas y a dieta y lo bajé enormemente…de 250 a 180, para ser más precisa. Claro que eso significó olvidarme de mi pan con queso habitual, ni hablar de mi par de huevos revueltos de vez en cuando y menos de mi consabido y callejeado IN KAT de Calaf... Como se imaginarán, siglos que no tomo un capuchino con torta de merengue…

También aprendí que si bien me consideraba sanísima, he vivido mi vida como exponente del Síndrome de Gilbert… Qué es? Una condición genética que hace que mi bilirrubina se eleve a niveles altísimos en situaciones de stress. Hasta ahora mi única condición genética era el eritema solar que marca mi cara, y que me ha hecho ver rubicunda desde la infancia… Entonces resulta que a mi cara colorada, se suman mis ojos amarillentos... en fin...

Aprendí que tengo cuerpos extraños en algunos de mis organos, pero sobre todo que tengo un hermoso páncreas, una saludable vesícula y un hígado envidiable… Ah y descubrí también que ahora me importa un pepino que un wapísimo doctor me toque, vea y examine semidesnuda…
Durante más de dos meses de visitas a médicos que ni soñé en visitar, una llanteada de aquellas, y mucha plata “gastada” en bonos y consultas médicas, me he dado cuenta que una gran cantidad de personas han estado preocupadas por mi salud y están constantemente preguntando por mi… Eso se agradece, siempre.
Bueno, el cuento es que esta seguidilla de batallitas y escaramuzas llegan a su fin el lunes 7. Ese es el día D. Debo pasar por el quirófano y operarme. Mi doctor me ha tranquilizado con todas las explicaciones que ha podido acerca de la anestesia… pero qué quieren que les diga?… es una debilidad…Le tengo pánico!!! Todos me han dicho que esté tranquila y que todo va a salir bien.

Nunca he entrado a un pabellón quirúrgico y menos con anestesia... alguna tiene que ser la primera vez... Espero al menos no pasar la plancha de quedarme dormida diciéndole a mi cirujano lo "rico" que es...
Después les cuento como resultó. Por ahora, recibo gustosa todas las buenas vibras que puedan enviarme. Nos vemos y nos leemos a la vuelta!