OMNIA

noviembre 27, 2006

We have a victim

Hace unas semanas vi en la tele un reportaje acerca de un colegio que detectó el acoso escolar como un problema entre sus estudiantes. Un problema serio que decidieron afrontar. Y lo hicieron a través de un programa de mediación entre los alumnos. Mediación que se supone les permitiría resolver sus diferencias y problemas, por medio de la conversación. Es decir, los adultos encargados se pusieron las pilas y no evitaron el problema. Le hicieron frente y tomaron medidas. Ahora, desconozco los resultados en cifras, pero según el reportaje, les ha surtido efecto y el nivel de violencia ha disminuido considerablemente.

Qué hubiera pasado si en el Colegio Javiera Carrera de Iquique, los profesores y directivos hubieran visto el bullying como un problema serio que estaba ocurriendo entre alumnas de octavo básico, si hubieran asumido su responsabilidad y hubieran tomado las medidas correspondientes?? Si hubieran, al menos, escuchado a Pamela Pizarro de 13 años y los pasados dos años de violencia sistemática hubieran sido considerados un problema, y no un mechoneo de niños?? Me pregunto, cómo es que es normal para esa directora que los niños actúen entre si con violencia y se tiren el pelo y se golpeen?? Aclaremos que son niñas, que pueden llegar a ser tremendamente violentas en ese periodo de adolescencia, entre los 11 a 13 años. No son tan niñas, ya. Y menos en esta época.

En estos días, los medios lo han llamado matonaje. Me parece que ello es muy simplista. El matonaje indica violencia objetiva y mucho del bullying o acoso escolar es violencia sicológica. A Pamela le decían que la iban a ahogar en el paseo de curso, que le romperían el vestido de licenciatura… y eso no deja marcas en el cuerpo ni hematomas… las marcas se van acumulando y ya vimos a qué pueden llevar.

Qué triste. La envidiaban. Era bonita, popular, buena alumna Todo bien. Su problema, la timidez. Probablemente, demasiado introvertida para pedir ayuda. Y demasiado chica para resolverlo sola. Su familia conocía todo y aún así faltó que actuaran protegiéndola. Seguro nunca pensaron que tomaría una decisión tan drástica, pero si seguimos evitando el problema y no le tomamos el peso que tiene, seguiremos teniendo niños mártires. No deja de llamarme la atención que generalmente hablamos de niños que no destacan, que son invisibles, que no son populares y de eso se aprovechan quienes ejercen la violencia, porque son más fáciles de manipular, porque sobre ellos se puede ejercer el poder. Esta vez, la envidia, porque Pamela era exitosa en el ambiente escolar es una variable distinta.

Caminó por aquí Aynna Dannan :: a las 22:32 :: 13 Que siguen sus pasos:

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