Desde fines del 97, por razones bien particulares que tenían que ver con una etapa muy buena en mi vida, comencé a cuidar mi alimentación. Me desintoxiqué, según yo y dejé de comer mantequilla/margarina, dejé de fumar, y eliminé algunas cosillas que comía a veces, como papas fritas de la calle y porquerías varias.
Hoy puedo decir que no tomo vino, ni blanco ni tinto. Solo un trago (pisco sour, ron) de vez en cuando, que me dura toda la noche.
Tomo agua mineral y leche descremada.
Nunca más volví a fumar.
No como embutidos. Ni soy buena para los asados ni carnes rojas.
Casi no como fritos.
No tengo sobrepeso.

Pero si me encanta tomarme un capuchino con una rica torta con crema. Exquisito!

Debí hacerme exámenes médicos. Resultado: mi colesterol -el malo- está por las nubes.
Pucha que me piqué! Porque mi tío, que prende un cigarro tras otro, bueno para los asados y pataches, tiene menos colesterol que yo!
Me han dicho que hay organismos que producen más de éste que otros.
Está claro que es mi caso.
A ello se suma que mi colesterol bueno está en el límite...
Lo feo: A iniciar mí dieta, entonces… Y a olvidarme de la crema!