junio 02, 2007
June
El 2 de junio del 2006 se inició mi periplo médico. Desde hacía unos meses sentía que era tiempo de hacerme un chequeo completo y con la reciente partida de mi papá esa idea había cobrado fuerza. Vino entonces un junio agitado. Examenes. Diagnósticos. Más examenes. Más diganósticos. Más médicos. Tratamientos. Susto. Llanto de pánico cuando escuché la palabra nódulo. Y vino el inicio de mi batalla contra los innumerables cuerpos extraños que pueblan mi flacuchenta anatomía. Con la operación en agosto se terminó un capítulo. De eso estoy muy bien. Sin embargo, en este recorrido que empezó en junio me descubrieron algo en mis riñones a los que, por ahora, había dado poca importancia. Cuando me acerqué al oráculo hace unos días, este me informó sobre mi salud. Y me puso en alerta particularmente sobre aquello que no había considerado importante. Por eso, comenté que había sido un buen momento para subir al Monte de Delfos. Me preocupé y en eso estoy, esperando ver a mi doctor en los próximos dias y quedar tranquila o ponerme las pilas por lo que viene.
Desconozco si la información que entregan los oráculos es cierta. Confío en que pueden dar luces cuando necesitamos tomar decisiones importantes, y ver en perspectiva los momentos por los que estamos pasando. Es soprendente cómo alguien que no te conoce de nada puede decir que en el oráculo aparecen situaciones y eventos de tu pasado reciente y en mi caso, ponerme en alerta acerca de algo que deliberadamente tenía guardado. La salud de mis riñoncitos.
Puede que no sea nada. Puede que la mujer del oráculo no haya leído bien. Puede ser. Pero no lo sabré hasta que tenga la opinión del experto. Así que mientras, espero. Y es junio otra vez.
Desconozco si la información que entregan los oráculos es cierta. Confío en que pueden dar luces cuando necesitamos tomar decisiones importantes, y ver en perspectiva los momentos por los que estamos pasando. Es soprendente cómo alguien que no te conoce de nada puede decir que en el oráculo aparecen situaciones y eventos de tu pasado reciente y en mi caso, ponerme en alerta acerca de algo que deliberadamente tenía guardado. La salud de mis riñoncitos.
Puede que no sea nada. Puede que la mujer del oráculo no haya leído bien. Puede ser. Pero no lo sabré hasta que tenga la opinión del experto. Así que mientras, espero. Y es junio otra vez.
