julio 29, 2007
Gift
En el año 96 estaba yo aún en la universidad cuando llegó a mi carrera un profesor extranjero. Era un canadiense quebecuois de origen y look escocés, que llevaba poco más de un año viviendo en Chile con su familia. Este profesor que por cierto hablaba francés e inglés a la perfección tenía serios problemas con el español. Serios. Como llegó a darnos un curso y desde un comienzo la comunicación fue un tema, luego de unos días, de manera tácita, más que acuerdo, me convertí en su intérprete. El hablaba en inglés y yo lo pasaba al castellano para mis compañeros. Afortunadamente el curso era más práctico que nada, si no hubiera sido tremendamente aburrido estar así todo el semestre. Finalmente tampoco era su culpa. Era una persona que tenía amplia experiencia en investigación en educación. Había vivido más de 15 años con los Inuits, desarrollando programas de educación intercultural y ese era su tema. Y era interesante. De a poco comenzamos a conversar más y me enteré que era un activista de derechos humanos, descubrimos puntos en común y conocí a su esposa, que hablaba un español perfecto porque había vivido en El Salvador, durante los 80s y también a sus hijos. Un par de compañeros y yo comenzamos a ir a almorzar a veces a su casa o a juntarnos en las tardes. Escuchaba a Molotov el gringo, era fanático del hockey y la Davis Cup y no entendía nada de fútbol. Su trabajo en Chile tenía un tiempo limitado, y ya se estaba acabando. El haber llegado a hacer clases fue meramente circunstancial. Y a principios de 97 debía volver a su país.

Un día, cuando ya comenzaban a preparar su partida me dijo: "Sabes, el pc que tenemos es del año 91, lo trajimos de Canadá, pero no vamos a llevarlo de vuelta. Cuando lleguemos a Montreal, nos compraremos otro..." Queremos saber si a ti te interesa quedarte con él, como regalo, obviamente...", "A Lou (su esposa) y a mi nos gustaría que tu te quedaras con él..."
Por esa época, hacía mis trabajos en una máquina de escribir electrónica brother con diskette, que era excelente, pero por supuesto la idea de tener un pc, era super... Acepté quedarme con él, por supuesto. Era pesado, tanto el monitor como la cpu. No tenía mouse y usaba un enorme transformador de corriente. Tenía además una impresora de punto y la pantalla era azul. Me acompañó en los inicios de mi tesis pero un día empezó a fallar y ya no quiso funcionar más...
Así fue como me hicieron un regalo una vez. Mi primer pc. Más que el aparato en sí, que fue muy útil, fue hacerme merecedora del gesto...


julio 16, 2007
Grandmother
Esta semana hablamos de mi abuela con mi mamá y ella, que tuvo una relación muy difícil con su suegra, me dijo: "…ese tipo de cosas pasan cuando las madres quieren demasiado a sus hijos… Pero no voy a hablar de ese tema mejor"... Ese tema se refería a cuando las mujeres no quieren, no aceptan y rechazan abiertamente a las parejas que sus hijos (los hombres) han escogido...
Además salió mi abuela al cuento esta semana, porque el viernes mis primos y yo, finalmente, vendimos la casa de mis abuelos… casa que estaba en venta desde hace unos años… Y mis primos, que son mayores que yo, dijeron que les gustaría ir de visita a la casa, para despedirse de ella… y me quedé pensando… y mi mente empezó a divagar… y divagar…Y me dieron ganas de decirles que a mi no me interesa ir a despedirme de la casa, porque uno se despide de lugares cuando ellos están asociados a momentos lindos y buenos recuerdos, y yo no los tengo. Pero no les dije nada, porque probablemente ellos tuvieron a la abuela que quisieron, y seguro ella fue de otra manera, porque si sentía un cariño especial por ellos. Yo no tengo por qué desarmarles a la abuela que conocieron…
Conmigo no mantuvo ningún vínculo emocional. Recuerdo haberla llamado abuelita cuando chica… pero también recuerdo que guardaba chicles Dos en Uno en un frasco en su pieza, y nos ofrecía a mi hermana y a mí, pero a cambio de cincuenta centavos… si no, no había chicle… No tengo el recuerdo que nos haya hecho cariño alguna vez, ni menos algún regalo…pero tampoco la recuerdo cariñosa con nadie, ni con sus hijos.
Una vez nos dejaron en su casa. Y desgraciadamente tuvo la ocurrencia de encerrarnos a mi hermana y a mí porque hacíamos mucho ruido...y yo recuerdo todo perfectamente. Recuerdo que mi hermana, guagua, lloraba, y yo trataba de entretenerla pero estaba muerta de susto. Debo haber tenido unos cuatro años cuando supe que los adultos no siempre quieren, no siempre tratan con amor y que los abuelos no siempre quieren a todos sus nietos por igual.
Creo que eso marcó mi relación con ella para siempre. Nunca la visité, ni nunca estuvo en alguno de nuestros cumpleaños y cuando nos quedábamos en la casa de mi prima y ella, que vivía cerca, iba donde la abuela, la acompañábamos, pero éramos como cualquier amiga que acompañaba a mi prima. Ninguna muestra de deferencia. Durante mucho tiempo pensé, ingenuamente, que todo era porque nosotras salimos muy morenas para su gusto, pero con los años entendí que como no quería a mi mamá, la comunista (que nunca fue comunista, si no de izquierda), por añadidura no nos quería a nosotras.
Cuando murió mi abuelo, de manera repentina, me dio mucha pena, porque su carácter tranquilo era similar al de mi papá y al mío, pero tampoco mi abuelo fue cariñoso con nosotras. A partir de entonces, mi papá se dedicó bastante a cuidarla. Pero con los años, su mente empezó a abandonarla. Hablaba incoherencias y vivía en su infancia. Mi papá comenzó a traerla a la casa a veces, para que no estuviera sola, y los únicos momentos en que demostró algo de ternura con nosotras fue cuando jugaba con muñecas y pensaba que éramos sus primas de la niñez… y me tomaba la mano a veces, y me invitaba a jugar o me preguntaba por la tía nosequé… pero yo no sentía nada... solo veía en ella una mirada verde como la de mi papá, el eritema en su cara, que nos heredó, y unos dedos largos, como los míos.
Se fue finalmente en agosto de 2003… pero no me salió ninguna lágrima…


julio 14, 2007
I was chosen
Lo segundo fue cuando mi amigo M me dijo que se casaba y que quería que yo fuera su testigo de matrimonio. Como solo se casaron por el civil y no hay madrinas ni padrinos, la importancia era y es tremenda, al menos para mi. Podría haber escogido a alguna hermana, o incluso algún amigo, pero no. Y eso me encantó y me sigue gustando la idea.
Lo mejor de todo es que fui testigo de un matrimonio que aún se ama, que han tenido problemas pero los han superado, que han construido una familia y que tienen un proyecto lindo de vida. Y eso siempre me da esperanza.
Hoy tenemos celebración. Se cumplen diez años de mi firma en el registro civil, probablemente lo más cerca que estaré de firmar en una oficina de esas... quien sabe...


julio 07, 2007
7.07.2007
Y hablando de sietes…
7.07.1987
7.07.2007
…enchant me with the courage to be free
(Still Falling, Saybia)

